viernes, 19 de junio de 2009
Invento argentino salva a diputado cuadripléjico
Mientras Jorge Rivas reasumía su banca en el Congreso y una ovación acompañaba la lluvia de claveles y pañuelos rojos, Eduardo Lazzati tenía un motivo adicional para emocionarse. Es uno de los principales responsables de que el dirigente socialista desande un camino que lo hubiera llevado al encierro interno. Experto en inteligencia artificial, desarrolló un programa mediante el cual Rivas –quien había quedado cuadripléjico y mudo después de una golpiza durante un robo en noviembre de 2007– pudo volver a comunicarse y plasmar su vocación política y vital.
Luego de un asalto a una farmacia en Lomas de Zamora, Rivas sufrió un traumatismo de cráneo y hemorragia cerebral. Los médicos le vaticinaron con crudeza “sobrevida cero” y el ex vicejefe de Gabinete permaneció meses en terapia intensiva. La noticia generó conmoción en todo su entorno.
“Cuando Jorge tuvo el incidente hacía años que no nos veíamos, pero habíamos sido muy amigos y compañeros. Sabía que estaba mal, pero no esperaba verlo así”, se sincera Lazzati. Aun después de la rehabilitación, veía “una conciencia viva y despierta, encerrada en un cuerpo mudo e inmóvil”.
Lazzati tuvo la certeza de que su experiencia como empresario licenciado en sistemas e inteligencia artificial podría ayudar. “Empezamos a trabajar con la gente de mi equipo –recuerda– y me vinculé con un amigo que se había ido a Suecia, casualmente por la inseguridad. Nos pusimos a programar y dos semanas después teníamos algo novedoso”. Era la integración de tres módulos de software: uno de seguimiento facial (viene de la Universidad de Budapest), otro para administrar el teclado virtual (de un estudiante catalán) y un sintetizador de voz (software libre, mejorado por una empresa que le dio tonalidad argentina). Con el nuevo programa, el paciente podía mover el cursor con los ojos, depositarlo en una letra, escribir y comunicar sus ideas.
Rivas estrenó el sistema en noviembre del año pasado, con chistes hacia sus enfermeras y la fisioterapeuta Leticia Rodríguez, que le enseñó a usar el sistema. “Le puso garra, constancia, disciplina, y se nota que ahora disfruta de expresar lo que piensa”, elogia ella. “En noviembre mantenía conversaciones y en febrero ya escribía artículos para los diarios”, recuerda su amigo, entre el orgullo y el asombro.
Lazzati decidió socializar su invento, que se puede descargar gratis en http://nipg.inf.elte.hu/files/headmouse/headmouse_1.5.exe, o entrando a las diversas opciones que ofrece el sitio http://hadasoft.com.ar. Por lo menos seis personas ya lo están utilizando y su responsable está recibiendo consultas desde varios países.
Aunque sólo pueda mover el rostro y los ojos, el usuario del programa puede escribir en un procesador de texto, mandar mails, mensajes de texto y hablar mediante una voz un poco más humana que la que emite el físico-celebrity Stephen Hawking. Así, el flamante diputado podrá expresar su voluntad en la Cámara, aceptando o negando con la cabeza. Lazzati homologó el programa para que todos los pacientes con las mismas dificultades puedan hacer trámites de valor legal. “Antes de esto, las personas perdían sus derechos, no podían ser propietarios y se les establecía una curatela, como a Charly García –grafica el experto–. Nuestro desarrollo resuelve su forma de manifestarse. No hay antecedentes de algo así en el mundo”.
Pablo Corso
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