Un estudio sueco asegura que no es bueno reprimirse en el ámbito laboral. Y que enojarse y expresar la rabia reduce el riesgo de sufrir ataques cardíacos.
Reprimir las emociones en el ambiente laboral puede ser perjudicial para la salud. Aunque muchos teman perder el trabajo ante la siguiente afirmación, los expertos recomiendan soltar la ira y expresar abiertamente el enojo que causan algunas situaciones laborales.
Reprimir las emociones en el ambiente laboral puede ser perjudicial para la salud. Aunque muchos teman perder el trabajo ante la siguiente afirmación, los expertos recomiendan soltar la ira y expresar abiertamente el enojo que causan algunas situaciones laborales.
Un grupo de científicos de la Universidad de Estocolmo, en Suecia, aseguran que lo mejor es expresarse en voz alta cuando uno se siente tratado injustamente en el trabajo. En cambio, las personas que sufren las humillaciones en silencio tienen dos veces más peligro de sufrir un ataque cardíaco.
Los investigadores analizaron a 2.755 empleados varones de entre 19 y 70 años que no habían sufrido infartos cuando empezó el estudio. Les preguntaron cómo manejaban las situaciones conflictivas en el trabajo, con los jefes y con sus colegas. Descubrieron una fuerte relación entre el enojo reprimido y las enfermedades cardíacas.
Entre los métodos que usaban los encuestados estaban: manejar los problemas de frente, dejarlos pasar sin decir nada, alejarse de las situaciones de conflicto, y muchos afirmaban sufrir dolores de cabeza o de estómago y volver de mal humor a sus casas.
También registraron hábitos como fumar, tomar alcohol, hacer ejercicio físico, presión arterial, niveles de colesterol, entre otros factores.
La investigación abarcó 10 años y concluyó que los hombres que se alejaban de los conflictos o que dejaban pasar las cosas sin decir nada mostraban el doble de riesgo de infarto o muerte por enfermedades cardíacas, en comparación con quienes desafiaban la situación.
Los científicos creen que el enojo puede producir tensiones fisiológicas si no es liberado y que eso puede provocar un aumento en la presión arterial, que eventualmente daña el sistema cardiovascular.
Los responsables del estudio aclararon, de todas formas, que sus conclusiones no significan que lo mejor para el corazón sea tener ataques de ira para manejar los conflictos. Lo ideal es "encontrar maneras de manejar el estrés y el conflicto positivamente".
Los responsables del estudio aclararon, de todas formas, que sus conclusiones no significan que lo mejor para el corazón sea tener ataques de ira para manejar los conflictos. Lo ideal es "encontrar maneras de manejar el estrés y el conflicto positivamente".
"No es que aconsejemos gritarle a los jefes. Pero siempre es mejor decir en voz alta que uno se siente tratado injustamente y tratar de encontrar una solución", afirmó la investigadora Constanze Leinewerber.
La Razón
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